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Redención después de la inquisición

Una de las primeras cosas que se nos pasa por la cabeza al pensar sobre la Inquisición es sin duda la de la expulsión de los judíos. Desafortunadamente mucha gente al tratar de refutar el cristianismo utilizan la crueldad de la Inquisición como prueba de la presunta falsedad de nuestra fe. Mi propósito en este artículo es, en primer lugar, refutar esta presuposición demostrando el propósito real de la Inquisición (sin negarla ni minimizarla) mostrando como muchos cristianos también la padecieron, y, en segundo lugar, enseñar ciertos hechos desconocidos sobre la tragedia de la Inquisición—en relación con los judíos— y el plan divino que hay detrás de todo esto. 

LAS PRIMERAS INQUISICIONES

Contrario a lo que mucha gente pueda pensar, la Inquisición en general no estaba dirigida a los judíos o musulmanes. De hecho, la Inquisición no tenía ningún tipo de poder sobre otras religiones no cristianas. Tal como el nombre sugiere, Inquisitio Haereticae Pravitatis, o Investigación del defecto herético, estaba principalmente dirigido a sectas i doctrinas que no correspondían con el canon católico. Aunque ya habían existido inquisiciones antes del siglo XII, fue durante esta época que el método de tortura (Papa Inocencio IV, 1252) y otras instituciones más eficaces fueron introducidas como armas para acabar con las herejías. 

El primer grupo en sufrir las consecuencias fueron los cátaros y los valdenses. El primero era una secta gnóstica que creía en el dualismo.  Se concentraban principalmente en el sur de Francia, aunque también en el norte de España, Italia y hasta en Inglaterra. El segundo grupo, los valdenses, emergió en el norte de Italia y no era una secta. De hecho, fueron reformadores cristianos. En el año 1179 el Papa Alejandro III les prohibió enseñar la Biblia sin su  autorización. Pero desobedecieron y empezaron a enseñar según su propio entendimiento. La Inquisición casi les ganó la batalla, pero años más tarde, cuando otro grupos protestantes empezaron a adquirir poder político, los valdenses encontraron refugio entre ellos.

Otros de los reformadores cristianos que también fueron perseguidos a mediados del siglo XIV fueron los Husitas y los Lolardos (o Wyclifistas) con el Checo Jan Hus y el Inglés John Wycliffe como líderes. Los dos fuerón antecesores de la Reforma de Lutero (i). 

Es de importancia destacar que en España, aunque la Reforma no tuvo el mismo impacto que en otras partes de Europa, también tuvo sus frutos: la primera Biblia en castellano traducida directamente del griego y hebreo. Aunque ya antes se habían hecho varias traducciones al castellano, estas o bien eran traducciones del latín (Biblia Alfonsina) o traducciones solo del Antiguo Testamento (Biblia de Alba) escritas, curiosamente, por  rabinos sefardís. Sin embargo éstas solo se hicieron por encargo (estaba prohibido hacer ninguna traducción sin la aprobación de la Iglesia Católica) y para uso personal, por lo que se hicieron muy pocas copias. El primera Nuevo Testamento traducido directamente del griego fue el del protestante Francisco de Enzinas. Juan Pérez de Pineda luego distribuyó masivamente una edición editada por él mismo del Nuevo Testamento de Enzinas. Poco más tarde Casiodoro de Reina traduciría toda la Biblia directamente del griego y hebreo (para este último se apoyó en la Biblia de Ferrara, escrita por un traductor sefardí). Ésta Biblia se conoce hoy día como la Reina-Valera y es, probablemente, la Biblia en castellana con mayor tirada en el mundo. Estos reformadores (vamos a llamarles así) y tantos otros tuvieron que escapar de España para llevar acabo sus obras (o la obra de Dios, mejor dicho) y para salvar sus vidas; aunque muchos otros acabaron siendo mártires de la Inquisición. 
 

 

LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA

Desafortunadamente para los judíos en España las cosas fueron algo similares. Mientras Europa se iba dividiendo entre el catolicismo y protestantismo, España trataba de reunificarse bajo un rey y una religión. Para el año 1492 todas la fuerzas musulmanas ya habían sido expulsadas de España. Durante este tiempo muchos judíos se habían convertido al catolicismo a causa de la persecución que estaban sufriendo por parte del pueblo; el cual los culpaban de usura (entre etras cosas). Aunque esto se podría decir que era verdad hasta cierto punto (estaban forzados prácticamente a vivir de esto ya que se les cerró la puerta a otros tipos de oficios), esta acusación no era nueva y uno no puede más que dudar de su veracidad.

Pero la seguridad de los marranos (conversos) no duró mucho. Muchos de estos conversos habían prosperado con el comercio; lo que les hizo desfavorables de cara al clero y la jerarquía. Pero la razón principal de su persecución fue que estos nuevos conversos seguían practicando su antigua religión en secreto, por lo que Torquemada, el confesor de la reina Isabel, convenció a los reyes para que reclamasen al papa Sixto IV una institución inquisitorial propia. La petición fue aprobada y Torquemada fue nombrado Gran Inquisidor. Poco después aquellos judíos no convertidos al cristianismo fueron amenazados con el decreto de la Alhambra; el cual dio un ultimátum: convertirse o irse. La razón que se dio para aprobar tal decreto fue que los judíos estaban “tratando de alejar a cristianos devotos lejos de su fe”. No se sabe con exactitud cuantos judíos se fueron de España; las cifras van de 130.000 a 800.000. La estimación para los conversos va de 50.000 a 70.000. Estás cifras nos hacen ver al mismo tiempo un dato interesante. Y es el hecho  de que muchos judíos decidieron optar por la conversión. Lo que quiere decir que o bien estaban muy asimilados a la cultura e incluso religión del país, o bien estaban asimilados a la cultura pero querían seguir practicando su religión en secreto. El hecho que muchos de ellos no decidieran volver a Israel (Nahmanídes siendo una clara excepción) nos hace pensar que probablemente muchos de ellos no se tomaban muy en serio su papel como pueblo escogido. Fueron, pocos, poquísimos, los que decidieron emprender esa travesía. La mayoría se decanto por tierras más cercanas y amenas. ¿Será que no fueron capaces de ver la leche y miel que vislumbró Nahmanídes al volver a la tierra prometida?

¡Despierta! ¿Por qué duermes, Señor? 
¡Despierta! No te alejes para siempre. 
¿Por qué escondes tu rostro,
y te olvidas de nuestra aflicción y de la opresión nuestra?

Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo

y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra,

 ¡levántate para ayudarnos y redímenos por causa de tu misericordia! 

Salmos 44:23-26

 

ALGUNOS HECHOS INTERESANTES

Ahora bien, hay otros hechos muy interesante; aunque no muy mencionados, que me gustaría destacar. Uno de estos hechos (parece ser cierto) es que alguna de la gente involucrada en la Inquisición tenían descendencia judía. En especial el rey Fernando, Torquemada,  su sucesor, Diego de Deza, y es posible que también la reina Isabel. Pero también habían otros judíos aristócratas; aunque no implicados en la inquisición. Por ejemplo, Gabriel Sanchez (tresorero de Aragón) y Luis de Santangel (ministro de finanzas de Fernando) fueron responsables de financiar el viaje de Cristóbal Colon. Hay incluso buena evidencia de que éste era judío, más si tenemos en cuenta que parte de su tripulación (escogida por él) eran judíos conversos. E irónicamente  Diego de Deza   fue una pieza fundamental para que Colón tuviera acceso para hablar con los Reyes Católicos sobre su proyecto. 

Pero más importante es destacar la fecha en la que Colón marchó de España hacia América. Fue el 3 de Agosto de 1492; pocos días después del ultimátum a los judíos, el cual terminaba el 31 de Julio 1942. Esta fecha corresponde increíblemente con el 9 de Av (Tisha B-Av), el día de la destrucción del primer y segundo templo de Jerusalén. Parece ser que Dios tenía en su plan proveer un nuevo mundo, tanto para los judíos (más tarde) como para los cristianos en busca de libertad.

Otro hecho poco conocido es que antes de la Inquisición, en Europa, ya habían habido otras expulsiones dirigidas directamente a los judíos. Aunque cueste de creer, la primera pasó en un lugar donde ninguna persona en la actualidad pensaría: Inglaterra. Los otros en seguirle fueron: Francia, Alemania, Italia y la península balcánica. La razones para las expulsiones (ii) en Inglaterra y Francia fueron muy similares a las de España. En Inglaterra (iii) la usura fue la principal carga contra ellos; aunque también les culparon de homicidio. Las guerras y las cruzadas habían dejado a Europa en bancarrota por lo que vieron una gran oportunidad para recuperar sus riquezas confiscando a los judíos sus  propiedades. Esto, aparte del antisemitismo religioso, fue la causa principal para su expulsión.

CONCLUSIÓN

Ahora, después de analizar los hechos, uno no pude más que preguntarse: ¿qué podemos sacar de todo esto? Bien, probablemente muchas cosas, pero mi conclusión es que fue una gran tragedia. Sí, para los judíos, pero más para los cristianos. ¿Por qué digo esto? Pues bien, fue una gran tragedia para nosotros, no solo porque perdimos unas de las más grandes bendiciones que un país puede tener: el pueblo judío, sino que también porque esas atrocidades han dejado una gran mancha en nosotros. En la época en que vivimos, para mucha gente (tanto secular como religiosa) la Inquisición no es nada más que un subproducto del cristianismo; dejando a éste como algo falso, absurdo e hipócrita.  Y al meditar sobre esto uno no puede dejar de preguntarse porque Dios  permitió que se deformara su nombre (y por consiguiente, el nuestro) de tal manera. ¿Es posible que este escribiendo la historia de tal manera para que se vaya incrementando el suspense y la tragedia para el gran final. ¿Un final dónde la verdad será revelada? ¿Donde por fin los judios conocerán al mesías y los los gentiles que lo han conocído caminaran juntos por las calles de la futura Israel y la nueva Jerusalén?

 
¿Quiénes son estos que vuelan como nubes
y como palomas a sus ventanas? 
Ciertamente, en mí esperarán los de las costas,
y las naves de Tarsis desde el principio,
para traer tus hijos de lejos,
su plata y su oro con ellos,
al nombre de Jehová tu Dios
y al Santo de Israel, que te ha glorificado.
Extranjeros edificarán tus muros
y sus reyes estarán a tu servicio,
porque en mi ira te castigué,
mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. 
Tus puertas estarán de continuo abiertas:
no secerrarán de día ni de noche,
para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones
y conducidos hasta ti sus reyes, 
porque la nación o el reino que no quiera servirte,
perecerá; del todo será asolado. 


Isaias 60:8-12
 

 

 

Lev Zarco




   i.   Debo recalcar que también durante la reforma protestante hubieron todo tipo de atrocidades perpetradas por los militantes. Muchos católicos fueron masacrados e iglesias profanadas. Aunque también es cierto que otros reformadores cristianos como los Anabaptistas fueron perseguidos por los mismos.

   
 ii.    Curiosamente la fecha de la expulsión de los judíos en Inglaterra y Francia fue ni más ni menos que el 9 de AV.

  
iii.   Fue también en Inglaterra, y no la Alemania Nazi, que vio a los primeros judíos llevar insignias en sus ropas, quema de libros, destrucción de sinagogas.

 

 
 

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